viernes, 25 de febrero de 2022

Primero lanzar un pensamiento hacia lo que ocurre en Ucrania, con tanques y bombas que anuncian la paz... Me estremeció esta mañana tomar conciencia de lo acontecido. Siento mucho el lugar que a aquellas personas les están construyendo y derribando, no puedo sentir más coraje.

Y segundo, que es el motivo por el cual quería escribir, también desde ayer. Es por un artículo publicado en el periódico el país en su forma digital en el cual se vertían variadas falacias y premisas de discursos transodiantes, o sea que generan odio, violencia y obstáculos varios y variados hacia personas trans por el hecho de serlo. En el artículo nombraban a Amelia Valcárcel pero no recuerdo la autoría exacta del artículo porque para ser sincero entré a leerlo y casi al comienzo decliné de mi intención por la cantidad de chorradas y burradas transodiantes que vertían (la verdad que no salgo de mi asombro en cierta manera ¿cómo puede alguien hacer eso sin sentir vergüenza?). Al artículo le acompañaba una foto con dos pancartas, una decía las infancias trans no existen y la otra decía transactivismo es lesbofobia (esto merecerá otro artículo a parte porque es una consigna bien perversa y resulta abrumante tener que enfrentarla desde una identidad transactivista y lesbiana (o como ví en unas camisetas bien molonas de travas serigrafía: transbollero).

Esto, por si alguien quiere leerlo (parece que han hecho hasta un libro) (como se nota quien maneja los medios y a quien se le da soporte y capacidad, luego dirán del borrado... https://elpais.com/babelia/2022-02-19/nadie-nace-en-un-cuerpo-equivocado-la-razon-se-defiende.html (a 1 de marzo de 2022).

En el artículo decían que las infancias trans no existen. En este sentido, entiendo que ser un niño, niñe o niña trans no es algo esencial, así como no lo es ser un niño, niñe o niña cisexual. Quiero decir, estas catalogaciones son meramente culturales, no así las inclinaciones identitarias de cada persona. En este sentido decir que las infancias trans no existen es como decir que las infancias cis no existen. Es completamente absurdo salvo en la intencionalidad. Decir que las infancias trans no existen mientras las infancias cis sí existen supone deslegitimar y desvalidar y desvalorizar la identidad de género (que al igual que las infancias cis tienen) de las infancias trans. Deslegitimar sus inclinaciones identitarias, patologizarlas y criminalizarlas. Darle la vuelta para hacerles responsables de la dispatía y la injusticia con que serán tratadxs. Decir que las infancias trans no existen significa que toda la violencia que vivimos cuando éramos niñes por el simple hecho de ser trans no existió y, además, que al no existir esa violencia transfóbica puede seguir reproduciéndose desde la impunidad pero sobre todo es justificar la violencia que se ejerció y quitarle toda connotación violenta (alucinante).

En este sentido alegan, no existen cuerpos equivocados y ocultan que también dicen solo existen algunas (las trans) identidades equivocadas. Así nuestra violencia no es violencia, nuestra transfobia no es transfobia, nuestra dispatía nadie la verá. Pero la vemos, lo vemos, veo lo que hacéis y veo lo que haces. Sé lo que me hicieron amparándose en esos discursos de mierda, transfóbicos, personas adultas cuando era un niño, cubriéndose las espaldas entre unxs y otrxs porque no era cis y por lo tanto mi identidad no tenía cabida. Mi identidad estaba equivocada, mi cuerpo no. Yo estaba equivocado sobre mi identidad porque tú sabías mejor que yo mi identidad cuando era un niño y me la impusiste, me la imponías y sigues intentando imponerla a mí (a estas alturas) y a otres que vienen con violencia, siempre con violencia y abuso (porque puedes, porque en un paradigma cisexista puedes abusarnos y negar que nos abusas y hasta creértelo, pero te vemos). 

No entiendo cómo vds habiendo crecido con una identidad de género alentada, aplaudida y querida tienen la desfachatez de negar la identidad de otres que hemos crecido a contracorriente en ese sentido y cuanto menos hemos aparecido de imprevisto como sorpresa total. ¿Cómo se atreven?

miércoles, 2 de febrero de 2022

Sobre Prácticas Asoladoras

He pensado retomar el blog. Las cosas han cambiado mucho desde que escribía aquí. Más o menos lo abandoné hace 10 años. No es que dejara de escribir, dejé de escribir por aquí. Ciertamente, la corriente de acontecimientos me abrumó y me rebasó con creces. En la actualidad aquella sucesión de desavenencias propias e impropias no es que hayan dejado de existir pero en cierta manera dejaron de importarme de la misma manera por fortuna. 
Asisto como testigo distante a una sucesión de acontecimientos políticos, éticos y personales que cuestionan la integridad y la viabilidad mercantil del la/le/él sujetx trans dentro de los feminismos e incluso de los movimientos lgtbiq y los movimientos sociales. Lo que era fuera pasó a integrarse adentro. Como en el franquismo de aquellos años la sección femenina de falange fagocitó el movimiento feminista sustituyendo a su sujeto emancipador por el de cómo debería ser una mujer y en este sentido cuáles son sus derechos. 
Asistí aterrado a cómo la historia volvía a repetirse desde mi retina y haciendo eco en mi cerebro. Golpeando fuerte las paredes de mi cabeza, atónito y confuso frente al eco. El eco de una dictadura autoritaria. Volví a mi infancia más precoz, reviví sentimientos que jamás pensé volver a sentir. 
Recuerdo mi niñez vapuleada por una mentalidad arraigada y franquista. Pasada la adolescencia ni por asomo creí volver a asistir a semejante espectáculo hasta que el autobus de hazte oír y el terfismo de la mano colonizaron todo el espacio público y privado. Fue muy doloroso asistir a todo ese devenir. Mi deconstrucción más que deconstrucción de lo deconstruido fue demolición de lo existido. Aplastado por la voracidad de un discurso que esconde la consigna leña al mono que es de goma.
En este sentido, quisiera saber cómo otras personas trans sobrevivieron a esta mentalidad y a esta práctica asoladora. Mi más profundo respeto a quienes sobrevivieron, a quienes sobreviven y a quien no.