miércoles, 31 de marzo de 2010

Llega el veranito

Bueno llega el veranito y es tiempo de lucir nuestros pechos oscilantes en el río o en el mar, las piscinas están demasiado normadas con sus bañadores normativos y sus vestuarios confusos que dividen... no comprendo muy bien si por sexo o por género o es que pretenden que todo cuadre...en fin...supongo que sólo es un pretendimiento... y lo más impportante y lo pongo con dos "pes" porque es muy importante... en la piscina te cobran entrada!! y el río y el mar son gratix además de libres de categóricas dolientes e hirientes hechas en su degeneración..como especie

Pero es tiempo de lucir nuestros pechos oscilantes con alegría y orgullo en el río o en el mar, y mirar a los demás como seres extraños cuando se queden mirándonos con esa cara de pánfilos que se les queda, porque ciertamente los raros son los demás. Bueno es sólo una opinión, a mí me parece de gente rara quien se te queda mirando las tetas con semejante cara, y luego te mira la cara y luego otra vez las tetas y así podrían estar hasta el infinito sino les pones esa cara que tu y yo sabemos de qué te pasa que te gusto o ké? ...cuando les cuestionas su homosexualidad se retraen y te dejan en paz...que tontería verdad? cuánta fobia!! no sé, no pasa nada, pero sí lo comprendo cuesta salir del armario...en cierta manera es un poco violento y nosotrans no somos violentas somos bio-lentos...así que de tranquis a la marcheta y ya van!!

Y así a disfrutar como los críos, siempre llegarán a tí esas miradas de censura como que no lo deberías pasar bien, pero ésto es un incentivo para pasarlo mejor todavía...bueno es tiempo de quitarnos las fajas de las tetas, las vendas y demás trucos travelos que a veces usamos y otras no...después de todo los hombres también tienen tetas y vaya tetas que tienen algunos, pues yo me incluyo en ese grupo en el de los hombres con un par de tetas bien majas oye...

Sacar el bañador del armario, ese tan hortero que te regaló tu mejor amiga porque te conoce, sí y ha ponernos nuestras mejores galas de playero-hortero, una camisa colorida te iría muy bien al estilo, y ese sombrero que te regaló tu ex porque te conoce muy bien va a juego con toda la indumentaria, así que ha disfrutar compañeros...eh? como si fuéramos ricos...después de todo la diferencia entre rico y parado no está muy bien definida

Y ahora fuera de coñas, llega el veranito no te quedes en tu casa, a ver si aún vamos a estar creyendo que no hay sitio para nosotrans en éste mundo normado de sexo y de clase, de raza y cultura... No busques tu lugar. OKÚPALO!!

jueves, 25 de marzo de 2010

LESBIANA ASESINADA EN ARGENTINA

Aquí os corto y pego una noticia que me han mandado... Salud

Fusilada por lesbiana

Fusilada por lesbiana. Ni la prohibición, ni los tabúes pudieron con el deseo de Natalia. Con su deseo que desobedeció el mandato heterosexual. Con su cuerpo que ni la injuria ni la discriminación cotidiana pudieron controlar. Con su vida erótico-afectiva que los procedimientos sutiles y silenciosos de las instituciones no pudieron rectificar. Por lesbiana. Natalia Gaitán, pobre, de 27 años, residente en la ciudad de Córdoba, recibió un balazo de la fálica escopeta del padrastro de su novia el sábado 6 de marzo. Fusilada. Fusilado el cuerpo, fusilado el deseo, fusilado el impulso vital. Fusilada por lesbiana.

La lesbofobia hace estragos en nuestras vidas. Sus manifestaciones van desde la negación sistemática de la existencia, la compulsión a la mudez, la violencia del insulto, las miradas amenazantes o reprobatorias, los golpes y violaciones, el encierro en las casas, la expulsión de los hogares, el deseo de muerte por parte de padres y madres, la patologización inmediata, el temor a perder la tenencia de lxs hijxs, la burla cotidiana, la pérdida del trabajo, la desocupación por falta de “buena presencia”, hasta el asesinato liso y llano. Desde una infinidad de formas de extorsión que pretenden –y logran- convertir en horror una y muchas vidas, hasta la muerte marcada con la legitimidad que se da a sí mismo el pistolero y una ambulancia que tardó demasiado en llegar.



El asesinato de Natalia muestra cuán represiva es la ley heterosexual cuando los mecanismos institucionales de normalizaciòn no pudieron controlar ese deseo, esa atracción erótico afectiva que las instituciones siguen patologizando aunque a veces se llenen la boca de “los mismos derechos” y “el mismo matrimonio”. Hoy escuchamos muchos discursos progresistas cruzarse al hablar del matrimonio entre personas del "mismo sexo", discursos que ni siquiera nos nombran porque no pueden decir "lesbiana". Hay algo que es claro, la lesbofobia no se soluciona con más de lo mismo.



No sólo el fundamentalismo heteronormativo/heteropatriarcal, con su oposición a la legalización del aborto, a las leyes de educación sexual y a tantos otros derechos, desarrollan una política del odio; éste también se esparce en cada retícula de la vida diaria. Allí donde nos quieren hacer creer que somos como cualquier otra persona, que gozamos de plenos derechos individuales, mientras nos piden decoro y silencio a cada paso, mientras pretenden encerrarnos en el “cerquito de la felicidad gay friendly”, mientras hacen de cuenta que no existimos.



En el año del bicentenario, en este país que conmemora aquella gesta patriótica que instituyó el primer gobierno propio, se matan lesbianas, esas que deciden vivir un deseo propio. La escopeta se llama heterosexualidad obligatoria. Los perdigones se llaman lesbofobia y nos alcanzan a todxs.



Habrá quienes digan “una muerte más de una mujer” ocultando a propósito que Natalia era lesbiana, habrá quienes llorarán por las resonancias de ese proyectil en otros cuerpos, habrá quienes sangrarán con la intensidad de la exigencia de castigo al que gatilló, habrá quienes impulsen figuras jurídicas que incorporen el crimen de odio, habrá quienes marcharán por las calles exigiendo justicia, habrá quienes gritarán el nombre de Natalia para conjurar la rabia, habrá quienes escribirán comunicados y declaraciones denunciando el régimen heteronormativo. La herida no puede ser suturada porque es la memoria de la norma. Entonces, lo que no puede haber, por Natalia, por su novia, por nosotras, por nosotros, por nosotr*s, es silencio.



¡¡ Basta de lesbofobia para mi y para tod@s ya!!